
No pienso utilizar una de esas expresiones tan socorridas, tan manidas y más falsas que un Judas de plástico del tipo: "andaba yo zapeando cuando enderepente....", "fueron solo cinco minutos, lo juro....". Nada, nada, vaya la verdad por delante: mi mujer y yo vimos las votaciones de Eurovisión de principio a fin.
Estábamos muy cansados, ya nos habíamos visto todas las pelis que hemos descargado por el BitTorrent la semana anterior, no había nada interesante en la tele, de modo que nos pusimos en actitud de "de perdidos al rio". Nos tumbamos confortablemente en nuestro inmenso sofá (es el mejor mueble de la casa) y allí que nos dejamos llevar por la insustancialidad de la noche, criticando el peinado de esta, la falsa risa de aquella, la pinta de julandrón del de más allá, en fin, todas esas cosas de las que se habla en la intimidad del matrimonio. Como decía una tia de mi padre: "¡¡Criticad, criticad, que eso une!!.
Toda esta introducción para decir que en el programa de TVE 1 posterior a las votaciones se dieron, de hecho y sorprendentemente, comentarios inteligentes. Empezaron unos señores/as que por las trazas debían tener bastante responsabilidad en el fracaso español, diciendo lo que ya sabemos: que si los paises del Este, que si los chicos lo han dado todo (mentira, la canción española era mala de solemnidad), etc...
Luego pasamos a los comentarios con sustancia. Empezó el genial humorista Mariano Mariano (yo lo conocí cuando era un oscuro artista que se paseaba por locales todavía más oscuros del barrio de Chueca, cuando el barrio de Chueca no era ni mínimamente el gueto en que se ha convertido ahora) hablando de la bazofia de canción española sin cortarse un pelo. Luego salio una chica joven comentando que ya estaba bien de echarle la culpa a los demás y que lo que habría que analizar es que es lo que se había hecho mal y procurar resolverlo.
Y en esto que de repente sale otra chica joven, creo que una cantante que se hizo famosa con lo de Operación Triunfo, y empieza a decir que al final quien domina las votaciones de Eurovision no son los países que votan a sus vecinos sino el lobby gay. No lo dijo con palabras tan claras, fue mucho más "políticamente correcta" pero vamos se entendió perfectamente. Se hizo un embarazoso silencio en el plató que duró unos breves segundos y la conductora del debate dio paso a otra cosa....
Comentario de mi señora:
- ¡Pues claro!. ¿Quien vota en Eurovisión?: las marujas y los maricones, que además tienen los mismos gustos- Advierto que mi mujer es poco politicamente correcta, y en la intimidad del hogar mucho menos.
El primer puesto fue para una chica de Serbia que es públicamente lesbiana, y el segundo puesto para una "drag queen" ucraniana. Cuando uno se fija en la estética del resto de participantes, particularmente los españoles, la sospecha se confirma. Antiguamente se decía que para ganar en Eurovisión necesitabas a cuatro chicas muy guapas, que cantaran melosamente y fueran descalzas. Ahora gana la estética gay.