La izquierda del sistema siempre lo ha tenido muy claro: ellos no son leales a ninguna persona, son leales al partido. Cuando una persona en particular no sirve se cambia por otra, y aquí paz y después gloria. Ocasionalmente y si se prevé que la transición no vaya a ser del todo fácil se recurre a la eliminación física e incluso histórica. Todo por el bien del partido y de la revolución, que es lo importante.
Los de la derecha del sistema, los conservadores de la revolución, quieren ser malos, pero no mucho. En su pecado llevan la penitencia: no se puede ser revolucionario y tener escrúpulos. Así les ha ido, les va y les irá.
La izquierda siempre gana.
Viene todo este rollo a raíz de la entrevista que le han hecho al cantante
Victor Manuel donde dice:
"Afirma que Zapatero no ha satisfecho todas sus expectativas "ni siquiera la mayoría", porque "En lo que se refiere a la cultura, el Gobierno ha sido un desastre absoluto. En lo económico no puedo entrar: no entiendo. Dicen que lo ha hecho mal."asegura."
Esto hay que entenderlo de dos maneras: 1) toque de presión respecto al asunto de la ley de economía sostenible y sus intenciones poco disimuladas de controlar lo que se dice en internet, y 2) añadir una voz a las que cada vez con más descaro están pidiendo el recambio de Zapatero.
Si hace unos días
José Bono se postulaba en El Mundo como candidato para sustituir al actual líder del PSOE, el pasado Domingo
teníamos a El País adelantando a su candidato.
Cada vez con menos disimulo.